PATERAS

En estos últimos días, las noticias están llenas de referencias al aumento continuado de pateras que llegan a nuestras costas. Es un drama que continua y al que difícilmente se puede dar una solución justa.

Con caras desencajadas y miradas perdidas, hombres y mujeres, la mayoría de ellas embarazadas, se aventuran en pateras y embarcaciones de muy dudosa seguridad con la esperanza de encontrar un futuro mejor para ellos y sus familias.

Engañados por mafias sin escrúpulos, invierten sus pocos ahorros de toda una vida en una cruzada sin saber que el destino que les espera puede ser aún peor que lo que sufren en sus paises de origen. En el mejor de los casos, son rescatados a la deriva, y confinados en centros de acogida, esperando a ser devueltos sus paises. En el peor de los casos, mueren en el intento de pisar tierra, y sin que sus cuerpos puedan ser devueltos a sus familiares al ser considerados personas indocumentadas y sin origen.

La respuesta a este drama debe desarrollarse tanto en los paises de origen con en los paises de destino.

Generalmente, los paises de origen están sumidos en guerras civiles eternas con el único objetivo de llegar al poder, de instaurar dictaduras que absorven y minan las escasas riquezas que atesoran. Con lo cual, sus habitantes están sumidos en una pobreza extrema, muriéndose de hambre y sin futuro. Es normal, que ante esta situación, sean engañados con falsas promesas de trabajo y prosperidad en Europa. Las mujeres embarazadas, tienen la esperanza de que su hij@ nazca en tierras europeas para conseguir la nacionalidad automáticamente y poder quedarse. Pero quedarse para qué??? Para sufrir más miseria y rechazo???.

Los paises de destino se enfrascan en desarrollar leyes y normativas que normalmente no se llevan a cabo o se quedan a mitad de camino. Se centran en evitar que los inmigrantes lleguen y cuando consiguen llegar se aplican mecanismos de retorno a sus paises para que permanezcan el menor tiempo posible. Los centros de acogida no dan abasto. Normal, si apenas tienen recursos públicos y sobreviven con la ayuda de las ONGs y voluntarios. Se ha intentado invertir en los paises de origen, pero el resultado ha sido el de siempre. Gobiernos instaurados en la corrupción se quedan con esos recursos que deberían invertir en mejorar su país.

En este tiempo de crisis, todavía es más acuciante este drama. A los pocos que malviven en nuestra sociedad, les acusamos de quitarnos nuestra educación, sanidad, y otros servicios sociales. Y lo que más me indigna, les acusamos de quitarnos nuestro trabajo. M E N T I R A. Los que consiguen trabajo, están en unas condiciones laborales que nosotros, "los europeos", no aceptariamos ni en broma, y hacen trabajos que consideramos de muy baja cualificación. Durante muchos años, hemos despreciado este tipo de trabajos, pero ahora que la cosa está muy apretada, echamos la culpa a los que sí quieren trabajar de quitarnos lo que antes hemos despreciado. Pero estes es otro problema que merece un tratamiento diferenciado.

Que no se olvide nadie que ante todo son personas. De una raza, color de piel y culturas diferentes. Pero personas, con las mismas necesidades básicas que nosotros, cuya único pecado ha sido nacer en el lugar equivocado. En algunos casos, tienen hasta carreras universitarias y con preparación para llevar a cabo un trabajo remunerado, digno y de alta cualificación.

Nos creemos una sociedad avanzada, pero una sociedad avanzada debe estar llena de tolerancia, respeto y sobre todo debe tener espacio para todos.

No hay comentarios:

No te cortes y comenta la entrada. Tus comentarios serán bienvenidos.