Novela forense escrita por Robin Cook.

No está a la altura de la novela forense. El relato se hace muy pesado por la cantidad de términos técnicos, médicos y biológicos que un lector común y corriente no puede llegar a entender.
La trama también es muy predecible, y sólo al final consigue tener el ritmo que se requiere en este tipo de libros.
En general, un libro regularcillo propio para las tardes aburridas de la piscina en verano.
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