RIÑA DE GATOS

Perdón por hacer mío, por un momento, este título de una novela de Eduardo Mondoza.

Pero me viene como anillo al dedo para dar un titular de lo que nos espera la próxima semana políticamente hablando. Aunque viendo como está el patio últimamente  la política y sus profesionales no gozan exactamente de una buena fama.

Pero más allá de lo que pienso o dejo de pensar sobre los que nos representan en general, me preocupa el esperpento en que se va convertir con casi toda seguridad el Congreso de los Diputados durante la celebración del Debate del Estado de la Nación. Un debate donde el gobierno de turno hace un alarde desmedido de todo lo realizado hasta la fecha y sienta las bases de sus política para el futuro más próximo.

Me gustaría pensar que lo que allí se debata estará centrado en el ciudadano y en lo que necesita nuestra sociedad, la cual no sólo carece de dinero sino también de valores morales y éticos.

Me gustaría pensar que todos los allí presentes, aportarán sus ideas desde la izquierda, la derecha, el centro y más allá, buscando lo mejor de cada uno de ellas para lograr acuerdos que nos beneficien  y mejoren nuestro futuro. 

Me gustaría pensar que realmente hay una democracia y que es en este debate donde se hará más palpable este sentimiento. 

Pero mi intuición, los acontecimientos que nos rodean, y la riña a la que nos tienen acostumbrados estos personajes de serie B, me inclinan a pensar que desgraciadamente el debate será una "riña de gatos".

El discurso se centrará en el famoso "y tú más", donde ninguno asumirá responsabilidades sobre los abusos que han cometido, cometen y seguirán cometiendo. Negarán la mayor, unos y otros. Gatos felinos que lucharan a muerte por postularse como los portadores de la verdad y la razón. Sacarán sus garras y sus lenguas viperinas para lanzar frases ingeniosas que se convertirán en titulares por su singularidad y originalidad. Se insultarán sibilinamente con elegancia y maestría. Tiraran piedras al tejado del otro, obteniendo como respuesta un piedra mayor. Los gestos, las miradas y las palabras no dichas pero sí intuidas serán las armas ocultas con las que lucharan cuerpo a cuerpo en el tatami del Congreso.  

Al día siguiente, los medios de comunicación centraran sus esfuerzos en determinar quién ha ganado, por cuanto, y demás sandeces sin fundamento. Porque, como grandes manipuladores de nuestros pensamientos, lanzarán esa gran cortina de humo para que no seamos capaces de dilucidar lo que en el debate se ha decido. Esa letra pequeña en la que nadie repara pero que tiene un reflejo directo en nuestra vida cotidiana.

Deseo de corazón equivocarme. 


1 comentario:

joseAntonio Bejarano dijo...

Y además, el pueblo -o sea, casi todos- se lo pasará en grande entretenido con el "ha ganado Rajoy"... "no, ha ganado el Perez" como si se tratase de un duelo en el barro...

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