Voy a hablar de un tema controvertido, pero siempre desde el respeto a todas las posiciones.
Hoy el ministro de Justicia ha confirmado que la actual "Ley de Plazos sobre el Aborto" será sustituida por una ley de supuestos acorde o igual a la que existía en 1985, es decir, una mujer podrá abortar basándose en tres supuestos de despenalización (violación, malformación o riesgo para la mujer).
Desde mi punto de vista, es un error y un paso atrás en los derechos de la mujer. Con esto no quiero decir, que la ley actual de plazos sea ejemplar y perfecta, ninguna ley lo es. Pero tengo que admitir, que permite a la mujer DECIDIR. Un derecho que nos ha costado mucho conseguir.
Los discursos que defiende acaloradamente el derecho a la vida, se olvidan de que en todo este proceso hay dos partes afectadas: el feto y la mujer que lo engendra. Y por mucho que queramos ver en un feto de 14 semanas una persona en el sentido más amplio de la palabra, no lo es.
Yo soy madre. He tenidos dos hijos. Ver las ecografías de 8, 12, 20 semanas etc, era espectacular, era como un milagro, algo que has buscado y querido está dentro de ti creciendo. Guardo con mucho cariño las fotografías de esos momentos.
Por desgracia, también sé lo que es sufrir un aborto. Un aborto natural. Se pasa muy mal. Es indescriptible lo que se siente porque eso hay que vivirlo para entenderlo.
También he vivido el miedo de estar embarazada sin querer estarlo. Y también se pasa muy mal, sobre todo cuando has decidido no tener más hijos, cuando todo se puede derrumbar a tu alrededor, la armonía, el trabajo, todo. Tampoco se lo recomiendo a nadie.
Por eso, entiendo que una mujer cuando se queda embarazada debe ser libre y decidir qué es lo que quiere hacer. La decisión no es fácil, ni se toma a la ligera por mucho que algunos piensen que las mujeres que abortan son unas "asesinas" o "desnaturalizadas". Mirarte al espejo y decir: "No quiero continuar", debe ser y lo es muy doloroso. No creo que ninguna mujer que opte por abortar se sienta orgullosa de ello, ni haga fiestas que lo celebre.
Sólo el escuchar al ministro hablar de supuestos de despenalización me pongo mala. Abortar no es asesinar. Asesinar es lo que hacen muchos sin vergüenzas que están en la calle difrutando de su libertad mientras sus victimas descansan en el cementerio, bueno, o ni siquiera eso.
La ley actual no es perfecta. Es discutible que las mujeres menores de edad no se vean obligadas a decírselo a sus padres. Pero eso es consecuencia de una educación "equivocada" y otros errores o problemas de la relación de cada hija con sus padres. Si mi hija se encontrara en esa situación, por mucho que me doliera que estuviera en ese estado, me gustaría que me lo contara y confiara en mí. Yo trataría de ayudarla y de apoyarla. Es mi hija. Creo que esta postura es la más coherente.
Está demostrado, según las estadísticas publicadas, que desde la puesta en marcha de la ley de plazos el número de abortos no se ha incrementado ostensiblemente como auguraban algunos, es más, ha disminuido. Los casos de adolescentes que han abortado sin conocimiento de sus padres es mínimo.
En una sociedad moderna, como la que se supone que tenemos, no podemos vernos atrapados en prejuicios religiosos ni morales. Hay que ir más allá de ideologías de izquierdas o de derechas, de un partido político u otro.
Y por favor, ministro, no insulte a la inteligencia de las mujeres con frases como: "Reformar el aborto es lo más progresista que haya hecho en mi vida".
El derecho a DECIDIR es fundamental. Dejemos que las mujeres decidan.
3 comentarios:
Me niego a opinar sobre este "controvertido" tema.
Tengo las ideas muy claras sobre la vida y poco claras sobre la(s) decisión(es), pero reconozco que son ideas poco relevantes.
Sólo por ser un tema tan "controvertido", es indispensable el derecho a decidir libremente. Es lo que defiendo.
A partir de ahí, que cada cual diga, opine y juzgue como le dicte su conciencia.
Lo que tengo claro, es que en ningún caso juzgaré la decisión que adopte una mujer en ninguno de los sentidos, porque no soy nadie para hacerlo. Ni yo ni nadie.
Beni
me refiero a que no deseo opinar sobre el tema, dado lo espinoso del asunto.
Que cada cual que actúe en conciencia... en-con-cien-cia.
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