LA AVENTURA DE SER MADRE

Viendo a mis hijos jugar, compartir y reírse juntos, me doy cuenta una vez más de lo afortunada que soy.

Desde el momento en que te nace el instinto maternal, todo lo ves de manera diferente. Te sonríes con los bebés de los demás, no haces más que ver barrigas de embarazadas, carritos, etc.

Es indescriptible lo que se siente cuando en la prueba de embarazo hay dos rayitas, máxime cuando es algo buscado y esperado. Yo lloré, lo reconozco. Es en ese momento donde tu vida cambia por completo. Tus prioridades, tus esfuerzos y sacrificios, tu tiempo, tu vida, todo pasa a otro nivel.

Saber que estás embarazada y perder la cintura es todo uno. Empiezas con las molestias propias del estado, los mareos, náuseas matutinas y vespertinas, hambre desatado, sueño, cansancio....Pero son cosas secundarias porque lo que está creciendo dentro de ti es lo más importante. Lo sobrellevas lo mejor que puedes.

Sus patadas, aunque a veces puedan ser dolorosas, te alegran el día. Sabes que está ahí, que está creciendo con fuerza, que te siente y te escucha.

Qué decir de la primera vez que ves a tu hij@¡¡¡. Sólo esperas que esté bien, que no haya ningún problema, y tú ni siquieras te acuerdas que tienes que pasar por un mal ratillo antes de poder cogerlo y darle su primer beso. Sus primeros llantos suenan como una sinfonía perfecta. Está vivo y sano ¡¡¡ y ya se te olvidó los dolores del parto ¡¡¡

Verlos crecer cada día con sus resfriados, bronquitis, infecciones, tiene su aquel también. Aunque para los padres es una lata tanto apiretal, darsy, visitas pediátricas, etc..., son signos de que están creciendo y aunque no se lo crea nadie, están sanos. Porque eso forma parte del proceso.

A medida que van pasando los años y vas celebrando cumpleaños, te das cuenta de lo rápido que pasa el tiempo y que se hacen mayores.

Cada día te sorprenden con una ocurrencia, con una trastada, con un beso, con un te quiero, con una sonrisa....No sé lo que me gusta más ¡¡¡¡

La aventura de ser madre es lo más importante que me ha pasado en la vida y no lo cambio por nada. Aunque a veces esté de los nervios y con ganas de mandarlos a un reformatorio...

Eso sí, yo ya cumplí...Ahora animo al resto a vivir esta aventura maravillosa.